1984 - George Orwell
- whatever-blog
- 15 dic 2015
- 6 Min. de lectura

Resumen:
Es una novela de ciencia ficción distópica, escrita a finales de la década del 40, donde el autor imagina la sociedad en el entonces futuro, 1984.
En este futuro, el mundo está dividido en tres superpotencias: Eurasia, Asia Oriental y Oceanía. Las tres están casi aisladas las unas de las otras, mantienen las mismas ideologías, y están en permanente guerra.
Dentro de Oceanía, donde se desarrolla la historia, la sociedad es gobernada por el Partido, el grupo más alto de la sociedad, quien posee todo el poder, cuya máxima figura y líder es Gran Hermano. El Partido toma todas las decisiones sobre la población, y para concentrar su poder, gestiona sus deberes a través de cuatro instituciones: el Ministerio de la Paz, que se encarga de los asuntos bélicos y de permanecer en continuo estado de guerra, el Ministerio de la Abundancia, que actúa para que la población esté siempre al borde del hambre, de la supervivencia, el Ministerio de la Verdad, cuyo trabajo consiste en destruir documentos y falsificar otros con el fin de así manejar el pasado y utilizarlo a su favor para que la población crea en todo lo que digan, y el Ministerio del Amor, que se encarga de torturar, castigar y asesinar a los opositores y sospechosos. También existe la Policía del Pensamiento, que persigue a quienes cometen crímenes como pensar, tener sentimientos, no compartir la ideología del Partido con exagerado fanatismo, incluso tener relaciones sexuales por placer.
Winston Smith es un ciudadano de Oceanía de cuarenta y cinco años que trabaja en el Ministerio de la Verdad. Él habita entre personas que carecen de sentimientos, de libertad, de pensamientos propios, de memoria, que son manipuladas por el Partido y que sostienen tres lemas: la guerra es paz, la libertad es esclavitud, y la ignorancia es fuerza. Están constantemente vigilados por cámaras y micrófonos y el menor gesto sospechoso puede enviarlos a la muerte. Winston tiene sus recuerdos borrosos pero se pregunta si alguna vez las cosas fueron mejores, pues la comida es escasa, de mala calidad, caen bombas en las ciudades, se está en guerra, todos viven en pobreza y las condenas a muerte son numerosas, aunque nadie habla de ellas. Al estar prohibido tener sentimientos todo era triste, frío y monótono. Él comienza a notar que el Partido miente, que modifica el pasado para convencer a la población de que han mejorado, que asesina sin piedad e injustamente, y descubre que en realidad no ama al Partido como todos deben hacerlo, sino que lo odia. Pero pensar por cuenta propia y tener sentimientos lo delatarán pronto y acabarán con su vida.
Winston está atento a las señales, espera que otro ciudadano piense como él. Y cree que O’Brien, un miembro del Partido Interior, lo comprende. También conoce a una joven, Julia, que le envía un papel con las palabras Te quiero. Comienzan a salir secretamente a lugares donde nadie puede verlos, y pronto se enamoran. Ambos odian al Partido aunque no pueden hacer nada contra él, incluso verse a escondidas es un crimen castigado con la muerte.
O’Brien contacta a Winston. Este dice formar parte de la Hermandad, una supuesta organización secreta contra Gran Hermano. Winston se alegra de no ser el único con aquellos ideales y jura servir a la Hermandad con la muerte.
Días más tarde, Winston y Julia son atrapados en una habitación secreta y llevados al Ministerio del Amor. Allí son separados. Winston es castigado, golpeado, torturado, por nada menos que el traidor O’Brien. Este le revela que los opositores no son simplemente asesinados como ocurrió en otras dictaduras. En esta dictadura perfeccionada, los que cometen crímenes mentales son sometidos a un tratamiento lleno de dolor que busca curarlos de la herejía. De todos modos, al final del proceso los asesinan, pero lo que logran es desaparecer todo sentimiento subversivo del mundo. Destruyen mentalmente a los criminales del pensamiento.
El tratamiento consiste en hacer creer a Winston que dos más dos esa cinco si el Partido lo dice, pues si el Partido lo dice, todos lo creen, y si todos lo creen, entonces se vuelve realidad. Pues ¿qué es la realidad? La realidad solo existe en la mente de las personas, y si todas creen que dos más dos es cinco, entonces él se equivoca, él está loco. Y ellos estaban allí para curarlo. Pero Winston, aunque confiesa todos los crímenes que cometió e incluso los que no, se niega a aceptar aquello. El continúa afirmando que el poder lo tiene el pueblo, que tarde o temprano el Partido caerá como toda dictadura lo ha hecho, que la verdad puede ser alterada, modificada, pero será siempre la verdad aunque todos la contradigan, y que continúa amando a Julia.
Entonces lo llevan a la Habitación 101. Allí se encuentra lo peor del mundo, el peor miedo de cada prisionero. El de Winston son las ratas. El propósito de aquella acción no es que él continúe confesando cosas sin sentido, sino lograr que algo cambie verdaderamente en él. Él sabe lo que le evitará que las ratas le devoren los ojos, es inevitable. Grita horrorizado que no se lo hagan a él si no a Julia, que la descuarticen a ella y no a él. Entonces la tortura cesa y él es reincorporado en la sociedad. Sabe que morirá pero podría ser dentro de diez días o diez años.
Un día ve a Julia en un parque. Ella ha pasado por el mismo proceso y reconoce que ya no lo ama, pues luego de haber pedido que lo torturaran a él y no a ella, desear con el corazón tal horror, a pesar de las circunstancias el amor se deshace. Y Winston concuerda.
Tiempo después de reincorporarse a la sociedad, Winston se vuelve un fanático más del Partido y regresa corriendo al Ministerio del Amor confesando todo con verdadera culpa y gritando amar al Gran Hermano. Entonces es asesinado.
Mi Análisis:
La obra tiene varias reflexiones. Una de ellas es que la humanidad desde el principio de los tiempos ha estado formada por tres grupos: el Alto, el Medio y el Bajo. El Alto desea mantenerse en el poder, el Medio desea derrocar al Alto y el Bajo desea la igualdad y la libertad de todos. Cuando el Alto es derrocado por la alianza entre los hombres del Medio y el Bajo, los del Bajo creen que podrán ser iguales y libres, pero entonces el Medio ocupa el nivel del Alto y todo se mantiene siempre igual. Esta es una gran verdad que muchos de nosotros ignoramos, quizá porque no podemos cambiarla, y por eso la hemos aceptado. Aunque muchos deseamos igualdad para todos, sabemos que eso jamás ocurrirá, pues la ambición está arraigada en el corazón del hombre.
Otra reflexión del autor es sobre el pasado, él dice: quien controla el pasado controla el futuro, y quien controla el presente controla el pasado. Esto es otra gran verdad. El pasado siempre será uno solo, pues no podemos retroceder en el tiempo. Pero como está solo en nuestra memoria, si nuestros recuerdos cambian entonces el pasado también. Y el pasado define el futuro, por lo que quienes gobiernen intentarán usarlo a su favor.
Orwell también critica el fanatismo político, la guerra como un hecho que produce la paz interna ya que todo el odio es dirigido al enemigo, y la pobreza como un pilar necesario para que los gobernantes continúen en el poder, haciéndoles creer a los pobres que los necesitan cuando en realidad los hacen cada vez más pobres.
Citas Destacadas:
“Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo”.
“Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se revelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes.”
“Le sorprendía que lo más característico de la vida moderna no fuera su crueldad ni su inseguridad, sino sencillamente su vaciedad, su absoluta falta de contenido.”
“¿Y si el pasado y el mundo exterior sólo existen en nuestra mente y, siendo la mente controlable, también puede controlarse el pasado y lo que llamamos la realidad?”
“Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.”
“A la larga, una sociedad jerárquica sólo sería posible basándose en la pobreza y en la ignorancia.”
“Si la riqueza llegaba a generalizarse, no serviría para distinguir a nadie.”
“La desigualdad era la ley inalterable de la vida humana.”
“Continuarán, de generación en generación y de siglo en siglo, trabajando, procreando y muriendo, no sólo sin sentir impulsos de rebelarse, sino sin la facultad de comprender que el mundo podría ser diferente de lo que es.”
“La desigualdad era el precio de la civilización.”
“El pasado es únicamente lo que digan los testimonios escritos y la memoria humana.”
“Había la verdad y lo que no era verdad, y si uno se aferraba a la verdad incluso contra el mundo entero, no estaba uno loco.”
“La cordura es cuestión de estadísticas.”
“Jamás, por ninguna razón del mundo, puede uno desear un aumento de dolor. Del dolor físico sólo se puede desear una cosa: que cese.”
“No has querido realizar el acto de sumisión que es el precio de la cordura.”
“La realidad existe en la mente humana y en ningún otro sitio.”
“Te vaciaremos y te rellenaremos de... nosotros.”
“El poder no es el medio sino el fin mismo.”
“Fuera del hombre no hay nada.”
“¿Cómo afirma un hombre su poder sobre otro?—Haciéndole sufrir.”
“Es imposible fundar una civilización sobre el miedo, el odio y la crueldad. No perduraría. No tendría vitalidad. Se desintegraría, se suicidaría.”
“Había cosas, los actos propios, de las que no era posible rehacerse. Algo moría en el interior de la persona.”
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